50-50... Ser o no Ser

“¿Qué 50% quiero de ti?” Sería como lo que podría decir un Hamlet en la “postmodernidad”, un Hamlet venido a menos, que ha pasado de sus dudas existenciales de “Ser o no ser” (hueso) a “50-50”.
Parece muy tomado de los pelos este análisis y que justamente opte por hablar hoy de eso. Pero como uds ya sabrán a esta altura: si hay algo que a mi me puede en esta vida es escribir sobre la experiencia, cosas que fueron vistas, vividas y comprobadas en la pura empiria. Cosas que uno dice: “quién te va a decir semejante cosa”… y detrás del plano principal simultáneamente y medio borroso (con un juego de cámaras y focos cual película del estilo “El padre de la novia 2”) va un espécimen a hacerlo… Con el único objetivo de que el resto de los humanos que creemos tener un poco de sentido común (bueno… es un decir lo del “sentido común”) aprendamos de una vez que el mundo es un infinito de posibilidades. (Ay!, si su tarea fuera tan noble los malos huesos serían amados en este blog! Pero todos sabemos que estoy exagerando!!!)
Como bien el gráfico lo representa estamos debatiendo cómo entender que ante la pregunta: “pero qué onda? Me querés ver?” un hueso te responda un: “se podría decir q un 50%(no me putees)” (dixit). De qué clase de 50% estamos hablando??? Es obvio que al ser hueso la cabeza no entra en discusión por eso la diseñadora tuvo a bien no incluirla. Miren qué curioso. Acá podemos leer muchas cosas: primero que si un hueso pregunta “¿me querés ver?” es que ya hay frutos medios podris en el camino del hueso. Y que terminar por largar toda su baranda cuando el masculino en cuestión responde semejante ganzada.

Y notemos también que ya sabe que va a ser puteado por su respuesta. Conciente el hueso de su pelotudez, no se esfuerza lo más mínimo en ocultarla. Qué noble. ¿?¿?¿?

Es útil aclarar también para el análisis la historia anterior que involucra a estos dos huesitos. Resumida, ya que solo tiene como objetivo ofrecerse de apoyo a la principal atracción y reflexión del post que es: EL 50%. Vayan pensando uds. Qué mitad suya prefieren ofrecer y qué mitad del otro prefieren tomar.

Él la busca por esas tan amistosas “redes sociales” internetísticas. De jóvenes iban al mismo colegio, él el sex symbol (¿?¿?) de la secundaria unos años más grande que ella. ¿Quién en el lugar de mi amiga personal iba a rechazar la oportunidad de poder darle a semejante muchacho? Nadie en sus cabales. Pero parece que el que no estaba en sus cabales era este hombre, que más simulaba a un roedor (gustaba de hacer madrigueras en cuerpo ajeno dejando moretones y marcas poco sutiles). Salen un par de veces, tienen sus respectivos encuentros. Hasta acá todo copado. Pero… él comienza por el primer signo del mal hueso: los famosos “mensajes confusos”. Un “gordis” de acá, un cine de allá (y después de la peli: taza-taza), un voy a tu cumple con mis amigos y te saludo con un beso y me quedo con vos toda la noche…

Y hasta acá llegamos, porque después de eso desapareció sin más razón (no sin antes, por supuesto, para embarrarla más invitarla a algún lado y dejarla plantada). Hablaron un par de veces más por msn, él con sus explicaciones poco efectivas como “es que cuando las cosas empiezan a ir bien yo me ofuzco”, “te quiero ver (con o sin polvo) para pasar buenos ratos”, etc. Hasta el momento de la verdad: él solo quería un 50% de esta chica… tenía una hasta ahora desconocida perversión con la que fantaseaba seccionar a mi amiga y hacer quién sabe qué cosas locas con cada una de sus partes. Lo que no sabemos, y nunca nos pudimos enterar es qué partes quería y cuáles iba a descartar cual caracú vacío, cuál rollers sin suspensión (¿?). Por eso este gráfico que hizo ella para poder llegar a un entendimiento. Aun no lo logramos, por eso este post. Para que uds nos ayuden a entender, y de paso se pregunten uds qué harían en la misma situación, así si les pasa de cruzarse a alguien con el mismo fetiche, no los agarre desprevenidos.

*Haga click en el gráfico para verlo en tamaño completo. (no al 50%... cuac)