Hace algunos días, relatamos la crisis que reina hoy día en el mercado huesístico. Claro, uds. se pensaban que el único mercado que sufría era el bursátil, pero no...
Si estabas pensando en conseguirte un hueso para que te subiera el ánimo por el mal negocio que hiciste comprando acciones de un restaurante chino, que en la última semana bajaron un 132%(un negoción que te recomendó tu agente de bolsa, un tal Silvio Soldán), te tengo una mala noticia: parece que ahora tampoco eso será posible. Resulta que hoy día también escasean los huesos. Los buenos huesos, claro está.
¿Qué hay que hacer para conseguir un Buen Hueso? ¿Alcanza con seguir las instrucciones del Manual, o hay que tener una dosis de buena fortuna?
Esta es la historia de una estudiante de Psicología. Ella transitaba por una vida monótona junto a su novio de ya casi 4 años...un muchacho de su edad, algo vago y bohemio.
El primer día de clases de su segundo año de la Facultad, entró al aula y lo vio a él. Era un profesor joven, de unos 26 años, con cara de buen tipo y un aire de intelectualismo. Debo reconocer que al principio no le llamó mucho la atención.
Sin embargo, los días fueron pasando y el "profe" cada vez le caía mejor. Se enteró de que solía viajar por el mundo especializándose en psicología forense, que había escrito un libro y que tenía planes de refutar con fundamentos la teoría de Freud. LA PUCHA. "Éste sí que sería un buen candidato", pensó nuestra amiga.
Al tiempo, comenzaron a hablar por MSN y, más adelante, por teléfono...hasta que un día, el Profe la invitó a encontrarse frente a la facultad de Psicología, para charlar un poco de la vida y concoerse más. Ella, que ya a esta altura se sentía Celeste Cid, la protagonista de El Profe, aceptó con gusto.
El momento indicado llegó.
Ni bien Jirafales vio a su alumna, la saludó con un pico. PRIMER ERROR. "Me habrá parecido a mí", pensó Poppys...y decició continuar adelante con su encuentro amistoso.
Ahí nomás, el Profe Córdoba le tira: "Viste la película Annie Hall, de Woody Allen?"...ella, desconcertada cual mujer del DT luego de morderle ahí abajo, le contesta que no. SEGUNDO ERROR: Jamás repitas la frase de una película en la primera cita. Y menos aún si dice algo así como "Yo creo que deberíamos darnos el primer beso ahora, para que después no esté la tensión de que todavía no nos besamos". Ji ji ji, se rió nerviosamente nuestra protagonista. SIN PENSAR que el TERCER ERROR sería aún peor: El profe de Miranda erróneamente "comienza a sospechar que eres mi alumna preferida y que caíste en mi trampa" y le propone ir por una caminata. Acto seguido... LA TOMA DE LA MANO!
NONONONONONONONONO
Tres años después, nuestra amiga vaga por los pasillos de la Facultad sin ninguna esperanza de encontrar un hueso que la rescate de la monotonía. Ya no mira con cariño a profesores, ni a compañeros...es simplemente un alma desolada y sin convencimientos.
Este es el efecto que producen los malos huesos...una verdadera INDIGESTIÓN.
Yo les pido, queridos lectores, ENCARECIDAMENTE, que si por una de esas casualidades ven a mi amiga pasar entristecida.. le tiren un hueso. Pobre sabueso. Qué flaco está.
Manjula Nahasapeemapetilon
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Post dedicado a Osvaldo Laport, el Profe Buenaventura.