La segunda parte de Esto

Visto y considerando que mi historia fue tan controversial vamos a seguir con la segunda parte. Quiero decir que tiene mucho jugo, pero sepan entender que, yo adoro a todos los lectores y me encanta escribir, pero tampoco quiero perder a mi Hueso para hacer cucharita en el invierno a días del invierno. Tampoco soy taaan devota al Blog.

Resulta que todo venía muy confuso y yo ya me estaba cansando un poquito, además porque ocurre que la mayoría de las veces no tengo tiempo para nada, menos para un Hueso, es decir, no estaba tan dispuesta a esforzarme para remar la situación. Además, dejenme decirles que Regina es una persona con poca paciencia y cuando se aburre, SE ABURRE.

Entonces un buen día que estaba cruzada porque la vida y esas cosas, venía maquinando y me di cuenta que por actividades personales hacía como 2 semanas que lo venía pateando porque no tenía tiempo para verlo. Hablábamos todos los días, etc., pero vernos, lo que se dice vernos, no. Y aquí apareció el dilema: ¿Regina estaba dispuesta a hacer el esfuerzo de remar la situación?. Pues si, pero necesitaba certezas. ¿Cómo conseguimos certezas? En el momento no se me ocurrió nada, así que apelé a lo más primitivo: increpar al Hueso. No digo que es la mejor solución, pero resultó.

Sin pelos en la lengua me armé de coraje (por teléfono obvio, no me da la cara para hacer un planteo de este tenor en la cara) y le dije más o menos así: "mire hombre complicado, mi vida ya es demasiado complicada como para que Ud. me la complique más. Hágame el favor de aclarame qué onda esto porque ya me quedé sin paciencia y estoy próxima a tomarme el bus a Carapachay".


En realidad no le dije así, pero en términos generales esa era la idea. Su respuesta fue un gran silencio... era de esperar. Calculo que fue como un balde de agua fría, el flaco venía re contento, re tranquilo y de repente su Hueso se raya y le salta con este planteo ridículo. Lo cierto es que los hombres ante el ultimátum responden. El problema siempre es que, o bien todo puede mejorar, o bien te pueden dar una patada en el orto, pero como yo no me hacía mucho problema, ya que no me preocupaba su respuesta, más bien quería definiciones, para bien o para mal, pero definiciones al fin.

Para gracia y alegría nuestra el ultimátum fue un rotundo éxito. El hombre se "abrió de cuerpo y alma" y me dijo que la pasaba bien conmigo, que no quería que esto se termine, que a él no le molestaba que yo hiciera 500 cosas, al contrario que me hacia más interesante, que estaba dispuesto a aguantarme, que creía que esto valía la pena como para que se termine, y que se yo cuantas cosas más.

Gente, puedo decir que tengo un Hueso, lo que se dice Hueso para hacer cucharita en el invierno. ¿Me hace reproches? NO. ¿La pasamos bien juntos? SI. ¿Tenemos futuro? NO SÉ, ni me importa. ¿Es lindo? SI, tiene una barba colorada divina. ¿Nos vemos seguido? NO, nos vemos cuando nuestras agendas tienen huecos en común.

Así es, los ultimátum's a veces funcionan. Ahora, agarrense, porque puede salir todo bien, como no. Está en cada uno bancarsela.



Ha dicho, Regina Falange