Una noche entre mamertos

El otro día fuimos a bailar por el cumple de una amiga. Hace bastante que no iba y tenía ganas, sobre todo de ver a las chicas que no veía en mucho tiempo.

Como llevo este blog en las venas, siempre estoy atenta a ver si veo alguna escenita copada para venir corriendo y contarles. El viernes no pasó eso, pero se revelaron ante mis ojos varias cosas que me decidí a escribir.

Bueno, la cosa es que fuimos a bailar a un lugar donde la mayoría eran pendejas que recién habían cumplido los 18. Esto quiere decir: perritas desesperadas por salir que toman un trago de cerveza y se le alteran las hormonas hasta niveles nunca antes vistos. Los boliches son terreno fértil para conseguir hueso pasajero, poco rompepelotas y fácil de descartar. Imaginen las escenas entre rugbiers pelotudos y los especímenes femeninos que acabo de describir (y que la mayoría están buenas) que frecuentan este lugar.

A primera vista los hombres dan asco. Seguramente con 3 años menos se me caería la baba al verlos tan grandotes y bananas. Hoy con más experiencia les aseguro que tienen caca en la cabeza. Basan su vida en parecer “muy cancheros y buena onda” haciendo quedar a las minas como estúpidas. Las apoyan, las encaran entre dos o tres y si está vestida muy putita se lo dicen. ¿Qué clase de levante es ese? Éstas imberbes no se quedan atrás; no sólo se aguantan las manos de más de los cuantafachaquetengo sino que por alguna razón, creen que ser idiotas y usar un escote hasta el ombligo son puntos a favor para la vida. Si alguna estrategia de levante funciona, los amigos del grandote lo molestan y se ríen. Mientras me fumaba un cigarrillo se iluminó mi mente e imaginé una charla entre ambos personajes:

Big-one: hola (con vos de poronga)

huequita: jijiji (tapándose la boca)

big-one: nada, te quería contar que juego al rugby en el Casi y nada, te vi y creo que estás re buena, man

huequita: naaaaaaah, genial
huequita: mi primo Joaco juega en el Casi, pero en menores de 15, que casualidad no? Jijiji

big-one: a tu primo Joaco lo hago mierda
big-one: (mientras la apoya) que lindo pelo que tenés
big-one: vamos para la barra

huequita: bueno, jijijiji
huequita: yo no quiero tomar mucho porque ya estoy re-enpedo

Mientras se la chapa, los boludones le meten un dedo en la nariz al boludo mayor. Ella se da cuenta de que la están molestando, se indigna para el carajo y se va. El le dice “andate bagarto” y se sigue riendo y tomando Fernet con los demás.
Así vi varias más y después no quise ver. Se me estaba pudriendo el cerebro lentamente.

Será que ya estoy vieja o simplemente mi mala onda, pero yo no puedo concebir que haya gente que pretenda buscar algún hueso pasajero de esta manera. Me saca de quicio ver que está lleno de estos pelotudos que quieren ser vivos y que además tiene éxito en su mundillo adolescentebien.

Cuando este más relajada voy a seguir escribiendo sobre estas dos clases de personas con poca velocidad mental y no voy a escatimar en adjetivos.

Si quieren tener la experiencia reveladora que tuve, pueden dirigirse a lugares tales como: CHIC, CULT, CLUB CAIX. Ahí está lleno y pueden probar a ver si algún chamuyo normal surte efecto en esos pagos.


(Antes de irme quiero aclarar que existen rugbiers que no son pelotudos y minas lindas que no son idiotas. Para no herir ninguna susceptibilidad…)

Chau.
Kisses, Angelinaaaaaaaaaaaaaaaa.