"¡Por el amor de Dios quién te entiende!"

La mayoría de las veces las mujeres somos vilmente acusadas de no ser entendidas, que somos rebuscadas, y que sé yo cuántas cosas más. Les tengo una noticia: los hombres tampoco son muy comprensibles que digamos. Más de uno tendría que venir con un manual bajo el brazo, entonces uno intercambia: viene Pepe y te dice "hola, soy un enroscado y te va a costar un ovario y la mitad del otro entenderme" y una va y le dice "no te preocupes acá te dejo este blog para que simplifiquemos todo". Entonces uno no anda perdiendo tiempo en charlas que duran horas para tratar de entender qué carajo quiso decir cuando dijo tal cosa o qué me quiso decir cuando hizo tal cosa.

Desde este blog siempre promovimos la simplicidad, ¿por que la gente se empecina en enroscar las cosas? Si yo te gusto, vos me gustás, ¡a los bifes entonces!. Acá también retomamos el tópico ya analizado de la histeria, pero, en esta ocasión lo tomamos como uno más de los ingredientes que hace que todo se confunda y se complique. Pasemos a algunos ejemplos para hacer más instructivo el análisis:

- Lo querés ver, y lo querés ver porque cuando están juntos la pasan bien, se ríen, se divierten, tienen buen sexo, pero acto-seguido pensás "¿no quedaré como una pesada?", capaz lo molesto, quizá no me quiere ver, SEGURO DEBE ESTAR CON OTRA, NO ME QUIEREEEEEEEEEEE"(*). ¿Por qué esa necesidad?, si lo más probable es que del otro lado también haya ganas, sino no estaría con vos. Entendemos que hay gente cruel y perversa, pero tenemos fe en las capacidades de distinción de nuestros allegados entre gente copada y gente guacha.

- Querés estar con ella, pero no querés que se crea que te querés casar y tener 4 hijos y vivir con ella en el medio del monte, entonces la invitás a salir un sábado a la noche, pero olvidás comentarle un pequeño detalle: como no querés que se coma cualquiera también van a estar tus amigos. Entonces ella se encuentra con vos y acto seguido "el es Juan mi amigo del club, el el Javier, el del buffet...". No está bueno pasar ese momento, porque ella creía que iba a ser una salida entre los dos, pero por la simple razón de que NUNCA LE DIJISTE QUE IBAS A INVITAR A TUS AMIGOS TAMBIÉN.

Estos humildes ejemplos sirven para ilustrar la calma antes del apocalipsis. Lo más probable es que después de una situación así aparezca el "tengo que decirte algo", y no hay cosa más molesta en una relación huesística que ponerse a hablar de lo que hiciste, lo que quisiste hacer y no hiciste y esas cosas aburridas que a nadie le gustan por eso queremos huesos. Si queremos que las cosas sean sencillas, ACTUEMOS SENCILLAMENTE.

Una situación muy común es el "no me demostrás nada". Ya hemos tratado el tema de la gente que habla de más así que no me voy a extender en ese punto, simplemente recordar que a las palabras se las lleva el viento así que lo que queremos, son hechos, acciones, regalos, etc. Cuando uno llega a ese punto la cosa está más que complicada, primero y principal ya tambalea lo que se entiende por Hueso, pero ¿por qué?, porque dejamos de actuar sencillamente para complicar las cosas entonces todo se vuelve una bola de nieve de la que a esta altura ya es difícil salir.

Es aquí donde los planteos cobran un papel predominante: "que vos no querés estar conmigo", "que si, pero no sé cómo hacerlo", "si te interesa estar conmigo demostralo", y toda esa parorata molesta que desencadena en un análisis en profundidad de la piscología del sujeto donde se toman como variables la historicidad del individuo, hechos que lo determinaron, la incidencia de la familia y que se yo cuantas cosas más que uno nunca quería saber.

Para no llegar a este punto, no hay más que mostrarse tal cual es uno. "Mirá, la verdad es que tengo poco tiempo y no puedo encarar una relación seria, así que lo que te puedo afrecer es esto, esto y esto" Y del otro lado te responderán "Ok." o "no me interesa tu oferta" agarrando la cartera dirigiendose hacia la puerta.

Una relación simple exige que uno no complique las cosas, haga cosas de las que después se arrepiente o simplemente diga cosas que no siente. Dejemos de buscar el amor perfecto e idílico y contentémonos con construir sobre lo que tenemos.


Ha dicho, Regina F.



(*) Este blog agradece al mundo que existan las exageraciones y la ironía, por favor que no se tome todo al pie de la letra.