Se viene una nueva campaña

Gracias a Dios el calorcito está llegando y con él una nueva campaña de este bellísimo blog renovado y lleno de cosas locas y rebuscadas que me complican la existencia y tardo media hora para ver con qué usuario tengo que escribir, en dónde tengo que escribir y lo mejor de todo es que no sé cómo poner esos link's tan simpáticos en las palabras, pero después se lo voy a preguntar a Manju que seguro, primero se me va a reír en la cara y después me lo explicará.

Al punto: estamos a mediados de agosto, ya se asoman los primeros días primaverales y nosotros estamos aproximadamente desde abril con un Hueso, nuestro Hueso para hacer cucharita en el invierno. Estamos hace 4 meses con un Hueso que nos abrigó del frío, invernó con nosotros, compartió muchos momentos de encierro porque nadie quería salir con tanto frío y lluvia y... para que nos vamos a engañar, ya tenemos cierta confianza. Por citar a una lectora, si llegaste al punto que tu Hueso se tiró un pedo impunemente en tu presencia y se rió, estás en un momento de la confianza peligroso del cual es mejor huir si no se quiere un noviazgo que consta de pedos y eructos.

Nosotros no queremos eso, queremos Huesos donde hay límites bien marcados y la confianza es estricta, y lo lo más probable es que, a causa del tiempo, estén ocurriendo esas situaciones que explicaron mis compañeras en el post anterior: vocativos, invitaciones, familias, etc. Y lo peor de todo es que estamos en un momento muy delicado porque con la primavera vienen los días lindos para ir a tomar mate a la plaza o ir al río, las salidas para ir de la mano, los pajaritos que cantan, las flores que alegran el paisaje y lo más temido de todo: la cursilería y el romanticismo.

¡Basta! Náuseas me produce de solo pensarlo (en honor a Yoda). Es necesario poner en marcha la nueva campaña que ya vamos a ir desarrollando a lo largo de este mes: démosle un voleo en el orto a nuestro Hueso del invierno si no queremos encariñarnos y empecemos a buscar nuestro hueso para la primavera.

Tienen que pensar que las relaciones huesísticas van muy de la mano del clima. Por ejemplo: en verano uno no quiere tener a nadie encima, quiere salir, joder, se va de vacaciones y no quiere saber nada con nadie. Cuando hace frío, uno no quiere salir, quiere quedarse en la casa mirando tele y tomando chocolatada, y el hueso está ahí para darnos calor. Llega la primavera y, con los días cálidos, sí queremos salir. Entonces, necesitamos otro tipo de hueso, por ejemplo: si te elegiste un Hueso rellenito para que te diera calor, ahora no te sirve, te tenés que buscar a uno musculoso que pueda trabajar bajo altas temperaturas sin ser un mar de sudor arriba tuyo. Si te lo elegiste peludito porque te servía para que te abrigara, ahora se te van a pegar todos los pelos mojados en tu cuerpo, y la verdad que no está bueno.

Así que gente, empezamos... muy tranquilamente y con tiempo (ya nos pasó que muchos durmieron en el invierno y después andaban llorando por los rincones) con esta nueva campaña. Silbando bajito empecemos a echarle el ojo a potenciales huesos para esta primavera.

Suerte con eso.


Saludos renovados de Regy.